"...sólo un fuerte viento..."

Estaba pensando que en la vida, a menudo enfrentamos situaciones desafiantes que parecen abrumadoras y sin solución aparente, al igual que la plaga de langostas que asoló Egipto. Y me maravillé de la manera en que la plaga vino y la plaga se fue. Me imagino que el fuerte viento del oeste demostró ser una solución inesperada para eliminar la plaga de langostas. Dios mucas veces nos enseña a aprender a adaptarnos a las circunstancias cambiantes nos permite encontrar nuevas y creativas maneras de resolver problemas. Por otro lado es curioso que aunque el faraón era un gobernante poderoso, no pudo controlar la fuerza del viento divino. Muchas veces debemos reconocer que no podemos controlarlo todo y estar abiertos a la ayuda y la sabiduría de otros. Se dieron cuenta que aunque la plaga de langostas fue devastadora, el viento del oeste la llevó lejos, allanando el camino hacia la liberación del pueblo hebreo. Y es que en nuestras propias dificultades, podemos descubrir oportunidades para crecer, aprender y avanzar hacia un futuro mejor. Por otro lado veo la importancia de no subestimar las pequeñas cosas: El viento del oeste, aparentemente un evento natural común, fue la solución para un problema monumental. En ocasiones, las soluciones más efectivas pueden encontrarse en las pequeñas cosas de la vida. La lección de esto es que la frase "un fuerte viento del oeste se llevó la langosta" nos recuerda la fe en momentos difíciles. Nos anima a encontrar soluciones sorprendentes en las situaciones más desafiantes de la vida y a reconocer que, a veces, el viento puede soplar en nuestra dirección, llevándose nuestras dificultades lejos y allanando el camino hacia un futuro mejor...hacia dónde sopla su viento hoy...